Desde pequeñas nos llenan la cabeza de ideas sobre el amor. De como se supone que te debes de sentir, de como miles de mariposas volaran dentro de tu estomago y como el amor es la manera de encontrar tu "Feliz para siempre" Desde pequeñas nos sentamos y vemos una y otra vez como Bella se enamora de la Bestia, como Ariel se queda con su príncipe o como hasta el ogro de Fiona encuentra su pareja ideal. Disney nos llena y llena la cabeza de historias de amor perfectas, maravillosas, donde todo es bueno y siempre estarán juntos.
De lo poco que he podido aprender en estos años, que es casi nada, nunca pensé haber aprendido nada acerca del amor. Me considero a mi misma una de las personas más ingenuas en cuanto al amor y me ilusiono facilísimo. Por eso mismo también me he llevado muchísimas decepciones. No me siento lo suficientemente preparada para que esa palabra entre a mi vida. Pero si tuviera que decir algo sobre este diría que no es como nos lo pintan, no tendremos nuestros juntos para siempre, ni nuestros príncipes nos están esperando. Es más aveces ni siquiera existen príncipes y hay que conformarnos con sapos, quien sabe.
La vida es así, nada justa y no vas a encontrar a tu media naranja o alma gemela al instante, tendrás que pasar varios corazones rotos antes para encontrarlo. Entonces cada vez que nos decepcionen, cada vez que nos duela y cada vez que nuestras ilusionas se rompan hay que pensar "estamos un corazón roto más cerca del verdadero amor" Y puede ser que sea así o puede que no. Ninguna relación es perfecta, pero hay que aprender a sobrellevar cada mala parte de esta para enfocarnos en lo bueno y porque amamos estar al lado de esa persona. Aunque no seamos ni príncipes ni princesas quizás la persona a nuestro lado sea la indicada.
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